jueves, noviembre 08, 2007

¿Se reunifica Sendero?


La presencia de Sendero Luminoso en algunas universidades, y la posibilidad de una reunificación de sus fracciones, viene provocando reacciones marcadas por el miedo.

La reactivación política de Sendero forma parte de los planes de Abimael Guzmán desde 1993, cuando anunció en la televisión que renunciaba a proseguir la guerra y propuso al gobierno de Fujimori firmar un acuerdo de paz. El viraje de Guzmán provocó la ruptura de su movimiento, entre los seguidores de la línea oficial -los "acuerdistas"- y quienes se rebelaron contra sus directivas, bajo la dirección de "Oscar Ramírez Durand, "Feliciano" -el grupo "Proseguir", llamado así por su lema, "proseguir la guerra popular"-. En 1999 Feliciano fue capturado por la policía y, ya en prisión, renunció a Sendero Luminoso. Asumieron la conducción de su fracción Artemio, en el valle del Huallaga, y Alipio, en la región del valle del río Apurímac - río Ene, regiones de narcotráfico.

¿Era posible firmar la paz? En 1993, Vladimiro Montesinos le hizo creer a Guzmán que sí. En realidad, lo utilizó para conseguir que Guzmán se presentara en la TV reconociendo su derrota y apoyando a Fujimori, que entonces estaba desesperado por ganar el referéndum con el que legitimar su régimen, luego del autogolpe de abril de 1992. Fujimori ganó el referéndum, Guzmán dejó de ser útil y su proyectado acuerdo de paz quedó en nada.

Hacia 1999 Guzmán dejó de hablar del "acuerdo de paz" y levantó la consigna que ahora siguen los senderistas: "luchar por una solución política a los problemas derivados de la guerra", una fórmula que busca reinsertar a Sendero como una organización política. El año 2002 circuló un documento de Artemio, a nombre del Comité Regional del Huallaga, en el que sostenía que la realidad había demostrado que Guzmán tenía razón y que era necesario terminar la guerra.

Conversé con Abimael Guzmán, por encargo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, el año 2002, junto con Rolando Ames e Iván Hinojosa. A lo largo de unas 15 entrevistas, Guzmán se mantuvo firme en que para él la guerra había terminado, que era necesario buscar una salida al conflicto, y que las acciones de su grupo a lo largo de una década demostraban la sinceridad de su convicción. Él tiene claro que con los cambios que ha sufrido el mundo su proyecto armado no es viable.

¿Por qué no lo dice públicamente? Supongo que porque tendría que reconocer que se equivocó y eso lo deslegitimaría ante sus bases. Si hay una reunificación de Sendero sería bajo su liderazgo y eso incrementaría el trabajo político, más que potenciar la guerra. Volveré sobre el tema.

NELSON MANRIQUE
DIARIO PERÚ 21

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